miércoles, 5 de noviembre de 2014

Responsabilidad social

Cancún.- Vivir en sociedad, de cualquier índole, trae aparejada una serie de responsabilidades que le dan equilibrio a la sana convivencia, la cual se enferma cuando un sector o el individuo no cumple con dichas responsabilidades.
Así, los ciudadanos estamos obligados a cumplir con el gobierno, con los que nos cobran los impuestos para poder realizar obras que beneficien a la comunidad, no de manera particular. Al menos este es el ideal.
Sin embargo, tanto gobiernos como gobernados entramos en una especie de "juego", porque como ciudadano trato de evadir mis responsabilidades, no pago todos los impuestos, tiro basura en la calle, no me importa si rompo un lámpara del alumbrado público o si mis placas están vencidas; a veces coloco "diablitos" al servicio de energía eléctrica, entre otros muchos vicios, que con el paso del tiempo ya vemos como "normales".
También el gobierno en ocasiones simula que hace obras, pues la calidad de los materiales con las que se construyen son de ínfima calidad, pero eso sí, la factura es como si fuesen los materiales más resistentes y duraderos; simula que vigila con seguridad pública, pero lo que es peor, simula resolver mis problemas, pues se la pasa dando largas y pretextando (con justa razón si no pago mis impuestos) que no hay recursos en las arcas públicas.
Tenemos que tomar conciencia, avanzar a hacia una convivencia real, donde cada uno de nosotros cumpla con su rol, con su misión y con su responsabilidad, pero eso sólo se logrará, con la REVOLUCIÓN DE LAS CONCIENCIAS.

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