Para mí, la manera que me funciona de desahogar mis presiones y mis asuntos profesionales es escribir, ya que es lo único que medio aprendí en este ir y devenir periodístico.
Decía, hay cosas que se ganan con el trabajo diario, con la manera de actuar, de hablar y de escribir, hay otras cosas que las personas te van "pegando", te "cuelgan sus milagritos" y en la mayoría de los casos son difíciles que te libres de ellas.
En ese contexto, la reflexión va en el sentido de CONGRUENCIA, hacer lo que uno dice que puede hacer y decir lo que uno puede hacer, solamente así podrás librarte de esos colgajos que en nada ayudan en la vida y esos sí, perjudican mucho en tu actividad profesional.
Hay veces que he utilizado el método de "meter la aguja para sacar hilo", pero no siempre funciona, te metes en problemas, porque un comentario "inocente", puede causar catástrofe en personas que no conocen ni saben del oficio periodístico.
La recomendación es: No hagas cosas malas que parezcan buenas, y sí te comprometes con alguna cosa, conclúyela, finiquítila, termínala, porque una "así como una mosca muerta echa a perder el perfume del perfumista, así una pequeña locura al que es estimado por sabio".
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