Caminos del Mayab
Por Martín G. Iglesias
Con el fin de las elecciones concurrentes, las del 6 de junio pasado, ahora Quintana Roo entra en la fase de elección de dos de los tres Poderes del Estado: el Ejecutivo y el Legislativo, donde prácticamente el gobierno del Cambio (2016-2022) no logró tal cometido, al contrario, hay un retroceso en el desarrollo del estado.
La esperanza fincada por los quintanarroenses en el 2016,
a cinco años, quedó muy corta, eso lo podemos observar en la decepción
electoral que sufriera la alianza PAN-PRD de la que emanó el gobierno estatal
que está a punto de concluir, no hubo identidad ni cómo calificar a esta
administración; en otras palabras “el joaquinismo” se esfumó.
Faltó liderazgo, determinación y congruencia, si bien es
cierto que no podemos negar que la administración lució un poco más organizada,
también es una realidad que se abandonó la operación política al interior del
Estado, con un Secretario de Gobierno que no tenía control de nada, quizá por
los diferentes grupos de poder que fueron enquistados en el Palacio de
Gobierno.
Y qué decir de la simulación en el área de Comunicación
Social, donde no pudieron comunicar las escasas acciones realizadas por el
Gobierno, no hubo capacidad para manejar adecuadamente la Pandemia; quisieron
politizar todas las acciones y el pueblo no se dejó engañar.
Hasta ahora ni un solo Secretario(a) de Estado pudo
destacar entre sus iguales, todas y todos prefirieron hacer negocio que hacer
política; dejaron al gobernador solo y antes de ayudarlo con los problemas de
Quintana Roo, muchas dependencias le ocasionaron más. El único que quiso saltar
a una candidatura utilizando el aparato del estado fue el excoordinador de
Comunicación Social, Carlos Orvañanos Rea, que fue un infiernito político que
provocó, pero los electores decidieron no darle la oportunidad pues había
muchos cuadros mejores que él, eso sí, hubo gastos excesivos en esa dependencia
durante el periodo que estuvo el mencionado aspirante a la candidatura a la
presidencia municipal en Benito Juárez.
Faltan 15 meses para que concluya este gobierno del
Estado, difícilmente pueda cambiar la percepción que tiene la sociedad de él,
en vano fueron los millones de pesos invertidos en medios nacionales para poder
corregir la plana, en un claro desprecio a la prensa local, a la que solo
tienen con “dulcitos” y les hacían reuniones paupérrimas cada 7 de junio para
“celebrar” la libertad de expresión.
Todo esto y la falta de operación política es lo que
llevó al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a ganar el 90 por ciento
de población en edad de votar en la última elección, lo que le coloca en la
antesala de arrasar en las urnas en el próximo proceso que se avecina para
elegir a 15 diputados uninominales, diez plurinominales y al Jefe del
Ejecutivo. Todo por haber tenido un gobierno donde dejaron ser, hacer y
deshacer.
SASCAB
A propósito de las elecciones del 6 de junio, donde
salieron a las urnas casi la mitad del padrón electoral en el país, el partido
Morena se mantuvo a la cabeza por el número de votos alcanzado; sin embargo, si
se comparan los resultados de la votación de la última elección que dio el
triunfo inobjetable a Andrés Manuel López Obrador en 2018, con 30 millones de
votos, las elecciones de este 6 de junio de 2021, en números gruesos, fueron de
la mitad; es decir, los últimos reportes le acreditan un poco más de 14
millones de sufragios.
Hay que hacer notar que, el partido en el poder, Morena,
hizo una campaña política de la mano del gobierno de la República. Su principal
promotor fue el propio Andrés Manuel López Obrador, quien no escatimó esfuerzos
y oportunidades para resaltar las acciones de gobierno entrelazadas con su
partido y, éste, también agarró como bandera de promoción los programas
sociales del gobierno.