jueves, 4 de abril de 2019

¡Que la Federación no deje morir a Quintana Roo!


El pacto federal, consagrado en el artículo 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, nos especifica sobre la soberanía de los estados, pero también de la colaboración que debe tener la República en temas prioritarios como es el de la seguridad.
El referido artículo reza: Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de México, unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental.
En noviembre pasado, los gobernadores de Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Nayarit, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Tamaulipas y Yucatán, coincidieron que “nuestro federalismo enfrenta problemas y desafíos”, pero se quejaron de que se les excluya de los planes de seguridad en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Sin proponerme ser vocero de la sociedad quintanarroense, nos sentimos agraviados por la Federación, nos abandonaron en materia de seguridad, se llevaron a más de la mitad de las fuerzas federales y desde diciembre pasado no existe funcionabilidad en las dependencias del gobierno lopezobradorista que tienen su representación en el estado.
Se dijo que, con la creación de la figura de coordinadores estatales de programas sociales, se vulnera el pacto federal. Pero no solo eso, sino que hasta ahora en Quintana Roo la representación del gobierno federal es de saliva, de cartón y de papel, porque no se ve la mano de la República mexicana en el combate al crimen organizado; aunque se diga que los medios de comunicación hacen apología del crimen y tomen actitudes como esconder la cabeza como el avestruz, porque piensan que así se acabará el problema.
Dejar morir a Quintana Roo no solo es quitando a los elementos federales, sino también recortando y regateando recursos para el combate a la inseguridad. Sangrar a Quintana Roo es quitarle recursos al gobierno del estado en materia de Salud, Educación, Ciencia y Tecnología, Cultura y Deporte; pero también dejar a los municipios en la indefensión centralizando todo en la figura de los “delegados regionales”.
No queremos trato especial, queremos trato justo, parejo e igualitario con las otras entidades que también aportan al Producto Interno Bruto del país. La federación tiene que reconocer que Quintana Roo tiene toda la voluntad de combatir el crimen organizado, pero no cuenta con las herramientas necesarias para hacerlo, por eso urge que intervengan, que colaboren, que nos volteen a ver para seguir siendo el destino turístico número uno de Latinoamérica y el más importante de México.
Ya no queremos más discursos de saliva, queremos acción, y si se tiene que militarizar por un tiempo al estado, pues es preferible a que se siga desangrando a Quintana Roo. Ahí se las dejo.
SASCAB
Lamentablemente nuestro secretario de seguridad pública en Quintana Roo, Jesús Alberto Capella Ibarra vive en “Capel-landia” o “Capeland”, donde no pasa nada, todo es felicidad, amor, paz y tranquilidad. Hoy comparece ente diputados de la XV Legislatura.
Ojalá pueda responder a los diputados por los viáticos del personal destacamentado de la Policía estatal en Cancún y Cozumel; el presunto jineteo del dinero de los policías. Además del respeto a los derechos humanos del personal que trabaja en la corporación, pues se filtra que son tratados con humillaciones por los amigos del Secretario que fueron traídos del Estado de Morelos.

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