Capital Política
Por David Acosta
El que no sabe es como el que no ve reza un conocido
refrán que se puede aplicar a la administración municipal que encabeza Yensunni
Martínez Hernández, quien en una ocurrencia emitió una convocatoria para
ofrecer el Zoológico Payo Obispo a la persona que quiera hacerse cargo de la
administración.
Martínez Hernández emitió una invitación para quien
quiera hacerse cargo de este centro de diversión debido a que al parecer no
cuenta con personal para cubrir la vacante que se abrió al despedir a la
persona que ella misma nombró en el pasado mes de octubre.
El 20 de enero de este 2022 el parque cumple 42 años de
existencia, fue inaugurado en 1980, en la administración de Hernán Pastrana
Pastrana.
Desde entonces este espacio de recreación familiar se ha
vuelto un referente de Chetumal y del municipio de Othón P. Blanco, incluso de
Quintana Roo.
De manera sorpresiva Martínez Hernández lanzó una
convocatoria, para quien quiera dirigir y administrar este sitio
turístico.
Yensunni Martínez demuestra con esta “convocatoria” que:
- No
tiene idea qué hacer con el zoológico
- No
tiene personal en su equipo capaz de hacerse cargo
- Incapacidad
para el ejercicio de la administración pública
Solo falta qué como su partido, Morena, haga una
selección por tómbola o peor aún en “disparejo” o en un volado.
Son más de 20 millones de pesos de presupuesto anual con
el que cuenta el zoológico.
Actualmente alberga a cerca de 400 especies, que en el
último año se redujo en 23 por ciento promedio. Laboran en el lugar más de 60
empleados.
La última directora fue Pilar Navarro Vargas, nombrada
por la propia Yensunni el 10 de octubre pasado y recientemente destituida por
ella misma, según por no estar a la altura de su gobierno.
El hecho es que ahora la plaza está vacante y la
presidenta municipal no sabe que hacer con ella.
Este espacio es uno de los que ha estado abandonado en la
última década y en lugar de establecer un programa de recuperación o una estrategia
para sacarlo a flote, quiere delegar la responsabilidad para no cargar con la
culpa en su administración.
En vez de pugnar por estos espacios emblemáticos e
impulsarlos como áreas turísticas, prefiere autorizar tala de 88 árboles en el
bulevar Bahía.
En 2008, en la administración de Andrés Ruiz Morcillo,
este parque registró su última transformación importante y que mantiene hasta
la actualidad. Fue etiquetado como Biouniverzoo, aunque casi nadie lo ubica de
esta manera.
Por el descuido de las autoridades municipales y ante la
falta de una correcta estrategia para su mantenimiento y operación, el
zoológico se ha ido a la ruina.
Ya es común escuchar de animales muertos por descuido de
los directivos del propio parque, así como disminución de la población ante la
incapacidad presupuestaria para atenderlo y el establecimiento de una efectiva
estrategia.
La pasada administración de Otoniel Segovia Martínez fue
de las más cuestionadas en este sentido, porque no supo qué hacer, ahora este
Ayuntamiento que se autocalifica de la “Transformación” es más bien de
“Ocurrencias”.
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