Caminos del Mayab
Por Martín G. Iglesias
En los años 90, en Tabasco, el actual presidente de
México, Andrés Manuel López Obrador caminaba todos los municipios del estado,
cada comunidad recibía al entonces dirigente del recién creado Partido de la
Revolución Democrática (PRD), quien en el 94 competiría por la gubernatura y de
ahí saltaría a la palestra nacional.
En ese entonces, en sus discursos, Andrés Manuel (como le
decían), tenía una frase que convocaba a la reflexión del voto: “si el PRI
(Partido Revolucionario Institucional) pone a una vaca como candidato, la vaca
gana”. Además de decir que no llegaban al poder los mejores cuadros políticos,
sino los más corruptos, los que garantizaban impunidad al gobernante saliente.
En la actualidad, en Quintana Roo, parece que sucede lo
mismo en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que dicho sea de paso
parece el “nuevo PRI”, no solo porque ahí están refugiados personajes
colosistas, madracistas, zedillistas, salinistas y peñistas, sino porque los tránsfugas
del tricolor fueron postulados como candidatos y candidatas a una diputación
local.
El domingo 2 de junio, se cumplió la máxima del ahora
Presidente de México, pero versión Morena, “si Morena postula una vaca a un
cargo de elección popular, seguro gana la vaca”. Llegan personajes
impresentables como Hernán Villatoro Barrios del Distrito 2; Tyara Schleske de
Ariño, quien se reelige en el Distrito 4 a pesar de su poca asistencia a
legislar; Erika Castillo Acosta del Distrito 6, quien sale del PRI; Gustavo
Miranda García del Distrito 8, que engañó a la ciudadanía al quedarse con la
candidatura independiente y luego saltar a Morena; Euterpe Alicia Gutiérrez
Balasis que es del grupo de los Dzul Caamal y ahora aliada del gobernador; y Roberto
Erales Jiménez, operador político del PRI desde hace décadas.
En ese contexto, la sociedad fue la que perdió
representatividad, pues solo el 22 por ciento de los integrantes de la lista
nominal salieron a las urnas; pero como ese porcentaje se dividió entre las
alianzas “juntos haremos historia por Quintana Roo” y “Orden y desarrollo por
Quintana Roo”, los nuevos empleados del pueblo (los que ganaron la elección),
solo llegan con un 7% de aprobación de los votantes, así que no tienen nada qué
celebrar.
Les corresponde pues demostrar con su trabajo lo que
realmente quieren hacer por Quintana Roo; solo hay que dejar apuntado que ya se
hacen apuestas por quiénes se venderán al mejor postor para aprobar o no leyes
a modo. Para nadie es un secreto que quien traiciona una vez, puede traicionar
dos veces, y ese es el caso de los arriba mencionados.
Perdimos la oportunidad de democratizar la próxima
legislatura; perdimos la capacidad para ser un acicate a la administración pública,
tanto estatal como municipal; para poder exigir cuentas en la administración de
justicia por medio del Tribunal Superior de Justicia del Estado; perdimos la oportunidad
de llevar a independientes a una curul, por estar casado con una partidocracia
emergente como lo es Morena.
SASCAB
En las mesas de análisis político de muchos cafés a lo
largo y ancho de Quintana Roo, ya se futurea sobre quiénes serán los que
busquen una candidatura a la gubernatura en el 2022. Por el PRI mencionan a
Pedro Joaquín Delbouis y Carlos González Blanco. Por Morena la lista es más
amplia, pues se comenta que la senadora Marybel Villegas Canché no quita el
dedo del renglón, posición que podría disputarle Mara Lezama Espinosa y Arturo
Abreu Marín; en caso de que se dé la alianza con el PVEM, la que se perfila es
Laura Fernández Piña y Jorge Emilio González Martínez. El PAN tendría dos
aspirantes mujeres, la senadora Mayuli Martínez Simón y la virtual diputada
local, María Cristina Torres Gómez. De los demás, no vale la pena hablar.
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