Capital Política
Por David Acosta
La sonriente cara de Francisco López Mena luego de
registrarse como aspirante a Rector de la Universidad de Quintana Roo (Uqroo),
contrasta con la realidad que se vive al interior de esa casa de estudios,
donde al parecer estudiantes y docentes no estarían muy contentos con este
registro, pues es de todos conocidos el cuestionable papel que desempeñó como Secretario
de Gobierno.
Al gobernador Carlos Joaquín González no le ha bastado
con poner funcionarios con escasa preparación en los cargos públicos, como el
caso de la propia Secretaría de Educación donde cada acción emprendida por Ana
Vásquez Jiménez significa un golpe a la educación, sino lo creen basta
preguntar por el pago de becas a miles de estudiantes.
Y es que a quién más se le puede ocurrir que este
político, López Mena, cuyo mayor logro ha sido desaparecer por completo a la
Secretaría de Gobierno puede tener los méritos suficientes para dirigir los
destinos de la Máxima Casa de Estudios de la entidad, si hasta quienes creían
haber visto los peores tiempos de esa dependencia cuando fue encabezada por
personajes como Rosario Ortiz Yeladaqui, Pedro Flota Alcocer y el propio
Gabriel Mendicuti Loría se sorprendieron de la manera en que López Mena la
borró del mapa político como consecuencia de sus errores.
La respuesta a la pregunta es que López Mena es la
propuesta del gobernador del Estado, Carlos Joaquín González, quien al no
encontrar otro lugar donde colocarlo lo envía aparentemente con su
recomendación como aspirante a ese cargo, donde al parecer no es el que tiene
el nivel académico más alto, ni el que tiene la mejor experiencia laboral en el
ramo.
Y es que el solo hecho de tenerlo como aspirante a ese
cargo ya es un atentado en contra de la Máxima Casa de Estudios de Quintana Roo
y de sus estudiantes, quienes ya han tenido bastante con aguantar a gente como
Ángel Rivero Palomo, quien durante su estancia como Rector solo se dedicó a
viajar por el mundo y a estudiar en las mejores universidades de Estados Unidos
con recursos que difícilmente salieron de su bolsillo.
De llegar ahí López Mena como es la intención mediante de
una imposición del gobernador Carlos Joaquín González y través de gente como el
Oficial Mayor, Manuel Alamilla Ceballos, sería un riesgo alto para la educación
superior del estado, toda vez que la toma de decisiones sin una base de
formación académica necesaria y de una real experiencia laboral en el campo de
la educación puede desaparecer a la Uqroo de los indicadores nacionales, tal
como lo hizo con la Segobqroo.
Otro tema que puede postergarse con la llegada de López
Mena a la Uqroo es la tan anhelada autonomía, necesidad que ha sido manifiesta
desde el origen de la misma hace ya casi 30 años y que con una persona impuesta
desde el segundo piso del Palacio de Gobierno difícilmente se va a lograr.
Y la voz de los estudiantes para cuándo, y las
necesidades de los docentes tendrán que esperar mejores tiempos con la llegada
de López Mena. El avance no sólo se detendría, sino que tendría retroceso. Al
tiempo.
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