lunes, 13 de mayo de 2019

PRI, PRD y PAN, viejos que no aprenden


Caminos del Mayab
Por Martín G. Iglesias


No había escuchado una canción que tiene una frase que dice “cállese viejo lesbiano”, hasta que un amigo me la comentó, me llamó la atención la manera de comunicar de esta música. Me recordó a los partidos políticos asentados en Quintana Roo, que algunos ya están sexagenarios y otros a mitad de su vida, están completamente perdidos.
El peor momento del Partido Revolucionario Institucional (PRI) lo vivió en el periodo de Raymundo King de la Rosa como presidente del Comité Directivo Estatal (2011-2016), quien creyó que al ser el gran elector de los procesos locales, no le importaba la militancia, a la que abandonó abruptamente para dedicarse de lleno al servilismo de los que en ese tiempo estaban en el poder. Es el culpable de la división dentro del PRI y se encargó de acallar las voces que se levantaban en su contra, advirtiendo sobre la falta de democracia y transparencia en el partido.
Hoy el PRI lucha por su permanencia en las preferencias electorales, trata de recordar que gracias a ellos existen las instituciones, cosa más falsa, porque esas son constitucionales, las hacía o las hacían. Poco electorado los ve como una opción, porque “perro que come huevo, ni aunque le quemen el hocico”.
En cuanto al Partido Acción Nacional (PAN), la peor dirigencia que tuvo, corrupta y poco transparente, fue la de Eduardo Martínez Arcila (2015-2018), quien aprovechó al boom político del actual gobierno, para poder sacar raja en todos los sentidos. Un caso muy sonado fue la salida de uno de los fundadores de este partido en Quintana Roo, Sergio Bolio Rosado y otros tantos más. No avanzó el partido bajo su fracasado liderazgo, pues sigue teniendo los poco más de dos mil militantes. Hoy otra vez se agandalla la primera posición en la lista plurinominal, pues sabe que si se enfrenta en las urnas, hasta un perro le gana.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD), fue víctima de las tribus que dividieron la dirigencia en Quintana Roo, los pleitos internos por las candidaturas y las traiciones dejan sin liderazgo al Sol Azteca. Hay que sumarle que desde el 2012 empezó a ser desfondado por el entonces naciente Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), donde está la mayoría de los que realmente sostenían al PRD.
Hoy estos partidos se presentan a elecciones, son adversarios en todos los sentidos. El PRI fue traicionado por su aliado histórico, el PVEM, además está sin recursos económicos con los que estaba acostumbrado a cooptar el voto. El PAN, con todo el recurso que tenía el PRI, no tiene los mejores cuadros, pues la opacidad de Juan Carlos Pallares Bueno (súbdito de Martínez Arcila) ya tiene en desconfianza a la militancia y a los simpatizantes, quieren defender lo indefendible en este gobierno. El PRD, desaparecido en una alianza donde el propio dirigente ni se siente incluido, además de estar en contra de la imagen que proyecta el gobierno del estado ante la ciudadanía.
Los electores tendrán que voltear a ver nuevas opciones, que no precisamente la tienen los nuevos partidos, pues son una rémora de los que están en el poder. Los hechos son más importantes que los dichos.
SASCAB
Preocupante es que el Gobierno del Estado de Quintana Roo se deje manipular por la falsa información del Secretario de Seguridad Pública, Jesús Alberto Capella Ibarra; y salga a decir que los índices delictivos en el estado han bajado, argumento muy falso. Habría que preguntarles a los ciudadanos que ahora no se atreven a denunciar porque sienten que en la misma corporación impartidora de justicia están los peores delincuentes. Continúan los robos a comercio, a casahabitación y los delitos de alto impacto. No en vano el empresario hotelero José Chapur Zahoul ahora busca llevar su corporativo a Mérida, Yucatán, porque ahí sí hay garantías de seguridad.

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