Capital Política
Por David Acosta
Al parecer las cifras de las encuestas para la próxima elección
de diputados no están favoreciendo a los candidatos de la alianza Orden y
Desarrollo por Quintana Roo (PAN-PRD-PESQ), por lo que el gobernador, Carlos
Joaquín, se convirtió en el jefe de campaña de sus candidatos y salió a leer la
cartilla los contendientes de otros partidos.
Los reunió y, palabras más palabras menos, les dijo que
las cifras favorecen a los candidatos de la Coalición Juntos Haremos Historia
por Quintana Roo (Morena-PVEM-PT) en 13 de los 15 Distritos del estado. Los
únicos en los que hay duda serían el distrito de Solidaridad y uno de Cancún.
Según trascendió en la reunión les mostraron los
resultados de las encuestas donde se ven dos cosas: una que la votación estará
muy baja el próximo 2 de junio, se espera si acaso la participación del 35 %
del padrón electoral; y dos que Morena va arriba por un amplio margen en casi
todos los distritos.
Entonces la estrategia del gobernador es desalentar la
participación de los otros partidos (PRI, MAS y Confianza por Quintana Roo)
pidiendo que bajen la actividad de sus campañas y en contra parte reforzar las
actividades proselitistas de la Alianza Orden y Desarrollo por Quintana Roo,
durante el cierre de campañas, para intentar ganar algún distrito por la vía de
mayoría relativa, pues por el principio de representación proporcional parece
tiene al menos un escaño asegurado.
La estrategia del gobernador sería dejar el camino libre
a sus “desconocidos” y “refriteados” candidatos, para que puedan hacer campaña
sin mayor obstáculo, pues están a punto de ser arrollados por la aplanadora
morenista.
Al parecer la primera en alzar la mano y dejar a sus
candidatos colgados de la brocha es Cecilia Loría Marín, quien estaría pidiendo
2.5 millones de pesos para hacerse a un lado y que sus candidatos no estorben
en la elección.
En los dos distritos XIV y XV de Chetumal, quienes
encabezan hasta el momento las preferencias electorales son los morenistas.
Todo indica que el miedo no anda en burro, pues no se
quiere dejar el Congreso del Estado en manos de los morenistas, porque de ello
depende la aprobación de las cuentas públicas de la actual administración.
Por cierto, el nombre de la alianza Orden y Desarrollo
huele a dictadura, pues es parecido al lema utilizado por el dictador Porfirio
Díaz hace más de 100 años, Orden y Progreso.
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