Me cuenta el papá de un amigo que el gobierno de Joaquín
Ernesto Hendricks Díaz (1999-2005) fue uno de los más opacos y falto de
transparencia, además de los escándalos de índole sentimental que se dieron en
ese sexenio.
Quién no recordará las tertulias que hacía el ahora secretario
técnico de la Comisión Política Permanente y del Consejo Político Nacional del
PRI, las jovencitas con las que acostumbraba pasearse por el extranjero y al
interior de la República; con su espíritu revolucionario fue promotor de “la
rebelión” contra el gobierno panista para formar la Conferencia Nacional de
Gobernadores (Conago)
Según mi informante, “El Negro” llegó al extremo de
propagar el rumor de que su esposa María Rubio padecía de sus facultades
mentales, cosa que no es del todo cierto, pues como toda ama de casa ella
defendía lo que consideraba era su hogar, ya que el entonces gobernador se
encargó de destruirlo.
Con hambre de poder, después de ocho años de estar en el
ostracismo, Hendricks aparece en el ambiente nacional de su partido, ya que
gracias a la llegada de “un amigo” lo recomiendan para que puede tener una
cartera que le permita moverse por todo el país y “operar” los proyectos
necesarios para estar bien informados en cuanto a los movimientos de la
oposición.
No es de extrañarse, pues el regreso del PRI a los Pinos
estuvo orquestado por el grupo de lidera Carlos Salinas de Gortari, a quien El
Negro conoció bien cuando fue asesor jurídico del Estado Mayor Presidencial y
subjefe de asesores jurídicos del Estado Mayor Presidencial.
Ya como como gobernador, su gestión estuvo marcada por
claroscuros, iniciando un camino de endeudamiento estatal, la deuda de Quintana
Roo pasó de 761 millones de pesos a mil 928 millones de pesos en su gestión,
con un incremento 153 por ciento en seis años.
En ese contexto, Joaquín Hendricks contrató los servicios
del abogado Hugo Alday, quien hoy es su yerno, para que le llevara los asuntos
de negocios de una fábrica de textiles que pondría con el empresario Kamel
Nacif, proyecto que quedó inconcluso porque se revelaron los escándalos de
pederastia y trata de personas donde estuvo involucrado el exgobernador de
Puebla, Mario Marín, el empreario Jean Succar Kuri y que “raspó” al gobierno de
Joaquín Hendricks.
En su gobierno también se le cuestionó dejar a medias la
obra al Monumento al Meztizaje Mexicano, creación del escultor Sebastián, un
proyecto que aspiraba a ser un atractivo turístico de Quintana Roo; otro
proyecto cuestionable es la empresa Hidroponia Maya, un proyecto que arrancó
con una inversión de 600 millones de pesos y hoy es una empresa que está en
quiebra, reportó pérdidas de 230
millones de pesos en los últimos tres años.
Por medio de una negociación política, El Negro colocó a Leslie
Hendricks Rubio como rectora de la Universidad Tecnológica de Cancún (UTC) y
posteriormente ratificada por el gobierno de Roberto Borge Angulo. Por cierto,
Leslie ha querido avanzar en el ambiente político, pues quiere ser diputada
local para posteriormente aspirar a la presidencia de Benito Juárez, solo que
las cosas no le han salido como ella desea porque ha hecho las cosas mal, su
pareja sentimental en lugar de ayudar a que ella se desarrolle en ese ambiente,
con sus acciones se encarga de destruir lo poco o mucho que la rectora pueda
construir.
El otro hijo del exgobernador, Edgar Ernesto Hendriks
Rubio, en el 2010 se vio envuelto en un escándalo junto con su empresa Aéreo
Xiknal, cuando se desplomó una avioneta de su propiedad con 10 colaboradores
del entonces candidato a gobernador Roberto Borge Angulo, y hasta la fecha
siguen las dudas porque no se procedió en contra y sigue prestando servicio.
Hoy, los Hendricks se han dedicado a denostar el trabajo
de sus benefactores, siendo parte del mismo sistema utilizan a terceros para
meter “ruido” político en las acciones de los gobernantes de sus propios
partidos, quizá no conocen aquel refrán que dice que “el que escupe para arriba
en la cara le cae”. Serán pues los priístas los encargados de decidir qué hacer
con personas que no son leales, ya enseñaron el cobre y el que traiciona una
vez, traiciona dos veces.
QUIEREN DESPOJARLAS DE SUS HIJOS
Hoy de nueva cuenta en la cárcel de Cancún se pretende
separar a los niños y niñas de sus madres, me comentan que las presionan a
firmar un documento en el cual ellas se comprometen a mandar fuera a los niños
o ellos hablarían al DIF para que se los lleve. Toman como basé el arcaico
reglamento donde menciona que los niños a los seis meses deben dejar el centro
de reinserción.
Aún que se les informó que los derechos del niño están
siendo violados ya que existen leyes y tratados internacionales actuales que
los protegen y recomiendan mecanismos y tiempos, contrario a lo que ellos
establecen en su antiguo reglamento.
Solo basta recordar lo que dice la ley de normas mínimas que
establece en su artículo 3 que “Las hijas e hijos de internas que permanezcan
con ellas dispondrán de los espacios correspondientes para asegurar su
desarrollo integral, incluyendo los servicios de alimentación, salud y educación,
hasta los seis años de edad cuando así́ lo determine el personal capacitado,
con opinión de la madre y considerando el interés superior de la infancia. El
Ejecutivo Federal deberá́ cumplir esta disposición y para ello podrá́ celebrar
convenios con las Entidades Federativas del País. (Párrafo adicionado DOF
19-01-2012)
Internas solicitan por este medio la intervención de los
Derechos Humanos para que tome cartas en el asunto, ya que ellas se encuentran
en una situación de desventaja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario