TULUM.- En septiembre de 2020, el municipio de Tulum
entró en una contingencia sanitaria al saturar con residuos sólidos la única
celda del llamado relleno sanitario, que se encuentra al sur de la cabecera
municipal, a la altura del kilómetro 213 de la carretera Reforma Agraria-Puerto
Juárez, ante de la entrada al ejido “José María Pino Suárez”, y hoy está
convertido en un tiradero a cielo abierto afectando con sus lixiviados al Gran
Acuífero Maya (GAM) coinciden especialistas ambientales.
Hoy existe una emergencia por colapso de esta segunda celda
del mal llamado Relleno Sanitario de Tulum, pues no cumple con los estándares
ambientales exigidos por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales
(Semarnat) y la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (Profepa). Los propios
trabajadores de la Dirección de Servicios Públicos Municipales advierten que ya
es un riesgo el proceso de descargue de las más de 160 toneladas de
desperdicios en el lugar, que ya está convertido en un inmenso tiradero a cielo
abierto.
La administración que preside Víctor Mas Tah, que ahora
busca su reelección, no ha podido solucionar el problema de la disposición
final de los residuos sólidos que generan los tulumnenses, aunado al incremento
de la inseguridad que vive el destino turístico y la manifiesta corrupción al
permitir las fiestas clandestinas sin la sana distancia.
RELLENO SANITARIO, COLAPSADO
Guardado como un secreto, pues ingresar al relleno
sanitario es imposible para los medios de comunicación, pues la empresa que administra el lugar, “Bio
Sinergias Ambientales”, fuentes al interior de la misma revelaron a este medio
de comunicación las inmensas montañas de basura que tiene el sitio, además de
los animales carroñeros en el lugar y el daño que se le hace a las cosechas con
el agua contaminada del subsuelo, pues “los jugos de la basura escurren
alrededor de la celda”.
Los propios trabajadores de la Dirección de
Servicios Públicos Municipales, abordados discretamente, revelaron y enviaron
una serie de fotografías, y dicen que el Relleno Sanitario de Tulum, ya es un
“tiradero carroñero a cielo abierto”, y que los obligan a meterse a como dé
lugar en donde está el montonal de basura para ahí seguir llenando el sitio de
toneladas y más toneladas de inmundicias.
“La celda del Relleno Sanitario de Tulum llegó a
su máxima capacidad, y aunque en las últimas semanas se buscaba alargar su vida
útil para el confinamiento de la basura; sin embargo, ya no se puede hacer
nada, ya colapsó, yo creo que las autoridades federales de medio ambiente
pronto van a venir a clausurar”, dijo un trabajador.
Hay que destacar que la celda emergente tiene una
superficie de 20 metros de ancho por 180 metros de largo y es menor a la
primera, de 40 metros por 180 metros, que llegó a su punto de saturación por
anticipado, lo que dio paso a la construcción del nuevo espacio, ubicado a un
costado de la anterior.
Según información de la propia Dirección de Servicios
Públicos Municipales, actualmente la recolección de desechos alcanza las 160
toneladas al día, pero en temporada alta alcanzan hasta 230 toneladas
diariamente.
MALOS MANEJOS
Al entrevistar a la bióloga, Rebeca León Castro explica
que “estos sitios deben cumplir con principios básicos como el control de los
líquidos y lixiviados, generados por el proceso de descomposición de los
sólidos, así como de los gases producidos, sustancias que pueden generar daños
a los mantos acuíferos y al ambiente”.
Agrega que en el caso del relleno sanitario de Tulum, la
realidad es otra, pues por quizá ahorrarse unos pesos o producto de la
corrupción, la realidad es otra y las irregularidades en su manejo amenazan con
provocar accidentes ambientales y sociales, si no se toman a tiempo las medidas
necesarias.
A pesar de los esfuerzos en educación ambiental y
campañas de reciclaje de diversas organizaciones e instituciones, en Tulum no
se cumple esta normativa y los rellenos sanitarios se han convertido en el
destino de todo tipo de residuos sólidos, incluyendo materiales peligrosos para
el ambiente y la salud humana.
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